A la hora de comentar un mapa hay que seguir una serie de pasos sencillos.
1. Análisis:
Lo primero de todo es hacer una descripción del mapa, empezando por
¿Qué es o qué representa? Esa información suele venir en la leyenda del mapa, en este caso no, pero se puede deducir perfectamente que este mapa representa la invasión de Imperio Romano por parte de los pueblos germánicos
¿Dónde? hay que indicar la zona geográfica representada, en este caso las regiones que rodean al Mediterráneo, Europa, Norte de África y Asia occidental.
¿Cuándo? también puede venir en la leyenda o no, pero hay que precisar la fecha en la que se produce dicho acontecimiento histórico, el siglo V.
¿Quiénes? Hay que hacer una descripción de los Estados, regiones, pueblos, etc., que aparecen en el mapa. Aquí también podemos fijarnos en la leyenda: en verde aparece el Imperio Romano de Oriente, que ocupaba la región de los Balcanes, Grecia, Asia Menor, Siria y Egipto, mientras que en amarillo aparece la parte occidental (Britania, Galia, Hispania, Italia, Dalmacia y Norte de África).
Aparecen también los pueblos "bárbaros" que penetraron sobre todo en la parte occidental, con unas flechas que señalan sus lugares de paso y hasta dónde llegaron.
Habría que indicar dónde se asentaron los más importantes. Pongamos de ejemplo los que pasaron por España: los Suevos, que se instalaron en Galicia y Norte de Portugal, los Alanos y los Vándalos, que acabaron asentándose en Túnez, y los Visigodos, entre la Galia e Hispania
2. Comentario
Una vez finalizado el análisis de toda la información del mapa tendríamos que comentarlo, es decir, buscar las causas del acontecimiento que retrata este mapa, cómo sucedió y sus consecuencias, es decir, contestar a las preguntas que nos faltan:
¿Por qué? En este caso habría que hacer un breve resumen de la crisis que vivió el Imperio Romano desde el siglo III, su problemas y su división en dos por Teodosio en 395.
¿Cómo? Tendríamos que hablar de cómo fue esa invasión, primero lenta y pacífica, para a partir de finales del siglo IV violenta y más masiva
Consecuencias: el fin del Imperio Romano de Occidente (476) y la aparición de los reinos germánicos, así como del Imperio Bizantino
