El Neoclasicismo es un estilo artístico que se desarrolla en Europa y América desde finales del siglo XVIII hasta la primera mitad del siglo XIX, cuya principal característica es la vuelta a los valores formales, estéticos y técnicos de la antigüedad clásica.
Uno de los edificios más representativos de ese regreso al clasicismo griego y romano es la Iglesia de La Madelaine, en París, realizado por el arquitecto francés Pierre Alexandre Vignon
Esta iglesia se empezó a construir en 1764 según planos de Guillaume Couture pero, tras la revolución francesa, en 1790 las obras fueron suspendidas. Fue con Napoleón ya emperador cuando se volvió a retomar la construcción de dicho edificio pero ahora concebido como templo dedicado a la mayor gloria del ejército francés. Para ello se derribó lo ya construido y se comenzó de nuevo con el proyecto de Vignon, que la transformó radicalmente.
Lo concibió con una síntesis de los antiguos templos griegos y romanos. La planta es rectangular, todo ello rodeado de columnas, como los templos perípteros griegos y con ocho columnas en la fachada, que recuerda mucho al Partenón de Atenas. El edficio se levanta sobre un pódium al estilo romano, con dos escaleras de entrada en el frente y en la parte trasera. Sobre el pódium se asientan los elementos sustentantes del edificio: las columnas, de orden corintio, según el modelo romano, que sostienen un entablamento formado por arquitrabe y friso. Tras las columnas se aprecia el muro y los piralres que sostienen la cubierta del interior de edificio que, pese a lo que pueda parecer por fuera, no es un techo plano, sino formado por una sucesión de tres cúpulas sobre pechinas. Por fuera, el edificio está cubierto por un tejado a dos aguas que en las dos fachadas deja un frontón triangular, con descoración escultórica.
Con el fin del Imperio de Napoleón, las obras se retomaron en 1816 pero ya como iglesia consagrada a la Magdalena, por lo que la escasa decoración exterior que se concentra en los capiteles y frisos, con motivos vegetales, en el frontón son figuras que representan el Juicio Final según San Mateo en relieve.
Catedral de Pamplona fuente: www.pamplona.es |
Lorenzana Interior fuente: www.uclm.es |
Este modelo de portada se utilizará durante este periodo para numerosos edificio en toda Europa occidental y en Norteamérica. Las portadas de estos edificios imitarán las formas griegas y romanas, y sus fachadas se extenderán a ambos lados siguiendo las ideas estéticas de proporción, armonía y simetría del arte clásico, como se puede apreciar en la fachada de la catedral de Pamplona, por Ventura Rodríguez en 1783. Incluso en la disposición interior de los edificios, como en el patio del Palacio de Lorenzana en Toledo por Ignacio Haan a finales del siglo XVIII, en orden jónico.
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